Simbología funeraria: El Ancla

Es realmente interesante observar cómo un objeto de la vida marítima traspasa su significado al mundo de las ideas. Como todos sabéis el ancla es elemento de la embarcación que, para la navegación, que finaliza el trayecto, que guarda en el puerto la nave. Teniendo en cuenta estos hechos, es fácil deducir porqué se convirtió en símbolo de firmeza y seguridad sobre todo aunque también de esperanza, ya que cuando en medio del mar todo falla, el ancla es la última oportunidad de salir con vida.

El ancla apareció ya como el emblema real de Seleuco I (358 a.C. – 281 a.C.), rey de la dinastía seléucida establecida después de las campañas de Alejandro Magno (356 a.C. – 323 a.C.). La madre de Seleuco soñó que el bebé había sido concebido “de su unión carnal con Apolo y, tras quedar embarazada, había recibido del dios como regalo por sus favores un anillo, en cuya gema había esculpida un ancla; y se le había ordenado regalárselo al hijo que diera a luz. Hicieron maravilloso este sueño el anillo que al día siguiente se encontró en el lecho con el mismo grabado y la figura del ancla que apareció en el muslo de Seleuco cuando la criatura nació” (Marco Justino)

Los judíos que vivían bajo el imperio adoptaron el símbolo en sus monedas, aunque lo eliminaron gradualmente bajo el gobernante asmoneo Alejandro Janneo (127 a.C. – 76a.C.) alrededor del año 100 a.C.

¿De dónde surgió la idea de los cristianos de usar un ancla cómo símbolo?

Al Ancla, en el cristianismo, se le daba el significado de la esperanza en Cristo por tanto en la vida y en la salvación del alma, y este es el significado que más parece haber triunfado.

Según la tradición, todo empezó con el martirio de San Clemente. Alrededor del año 100 d.C., el emperador Trajano  desterró a Clemente, líder de la iglesia de Roma, a Crimea. Sin embargo, cuando Clemente empezó a ganar conversos allí, Trajano ordenó que ataran a Clemente a un ancla de hierro y lo ahogaran. El martirio de Clemente, cuyo símbolo evidente fue el ancla, claramente pudo haber inspirado a una iglesia que sufría persecución en ese momento. Aunque el símbolo del ancla como símbolo de la fe ya aparece en las Escrituras por lo que es la influencia es clara:    » Tenemos como ancla del alma, una esperanza segura y firme”( Hebreos 6:17-20)

En el ámbito funerario encontramos el ancla ya era  utilizado a menudo en las catacumbas en la ciudad de Roma. Los epitafios sobre las tumbas de los creyentes que datan de fines del primer siglo con frecuencia mostraban anclas junto con mensajes de esperanza. Expresiones como pax tecum o pax tibi hablan de la esperanza que los cristianos sentían al anticipar el cielo. Por lo que para los cristianos posteriores el ancla se empezó a igualar a la esperanza.

La masonería, también trajo el ancla a sus enterramientos. Le da al ancla el sentido de salvación, la cruz y el corazón representan las tres virtudes capitales para la Orden: fe, esperanza y caridad.

Al margen de la tradición grecolatina, del cristianismo y de la masonería,  el ancla o el áncora ha sido un símbolo tradicional que se ha empleado históricamente entre los marineros, especialmente en sus tumbas como elemento que les caracteriza.

Helena Román