Simbología funeraria: El Ángel

En reconocimiento al símbolo que representa a nuestra asociación, el primer elemento iconográfico  que analizaremos será el ángel ya que, que junto a la cruz es la figura que por antonomasia puebla nuestros cementerios.

Este texto va a ser, necesariamente un resumen muy resumido de lo que significan los ángeles, y, por supuesto, únicamente referido a los ángeles funerarios.

Los ángeles son el emblema de lo invisible, de fuerzas que recorren ascendiendo y descendiendo el camino que existe entre Dios y sus criaturas. Su forma de aparición es muy variada: aislados, dentro de conjuntos hagiográficos, participando de manera decisiva en una escena, acompañando de forma secundaria y accesoria a una figura o escena principal, utilizados como soporte de escudos o de cartelas o, simplemente, como mero elemento ornamental, decorando frisos, arquivoltas, tímpanos, etc.

Se distinguen dos tipos de ángeles, derivados de sendos prototipos clásicos: los ángeles adolescentes, que proceden de las victorias griegas, y los ángeles niños, continuación del Eros o Cupido paganos. Los ángeles son también los músicos del cielo, por lo que es común encontrarlos representados tocando algún instrumento musical. La iconografía de los ángeles es muy amplia y es probablemente la que más abunda en la escultura funeraria. En la mayoría de los camposantos aparecen una gran variedad de representaciones de figuras aladas, de diversas formas, edades, acciones y atributos iconográficos, fruto de la creatividad e imaginación de sus creadores. De esta manera, se va a generar una clasificación de las tipologías establecidas históricamente según las características formales y simbologías que comparten.

Dentro de las figuras aladas, se podría establecer tres grupos. Por un lado, los ángeles como “guardián”, responsable de la seguridad del cementerio. La iconografía de esa tipología de figuras es la de un ángel común, pero con la excepción de que éstos no miran al cielo, sino que, miran hacia las tumbas que guardan o en general al cementerio. Este gran grupo, que se denominará en los sucesivo “ángeles custodios”, incorpora elementos como armas simbolizando la función protectora. En segundo lugar, los ángeles cuya función constituye la penitencia por la persona fallecida. Normalmente se representan mirando al cielo, llorando, orando, en general, en acciones cargadas de misticismo. En esta tipología entre el ángel y el yacente se intuye una relación simbólica de afecto, pudiendo simbolizar la vinculación de los yacentes con la fe. Se podría denominar a esta tipología, “ángeles penitentes”.

Otro grupo que se da con abundancia en los cementerios españoles son aquellas figuras aladas que se vinculan de forma directa con los difuntos, teniendo estas relaciones características diferentes. La primera, guarda similitudes a los ángeles penitentes, en cuanto a que, estos ángeles portan rosas, ofrecen velas, u otros regalos a modo de conmemoración y muestra de afecto. Y, por otro lado, en esta misma tipología, estarían aquellos ángeles que portan el cuerpo del yacente, para conducir su alma al cielo.

Cada escultor que se ha enfrentado a un proyecto funerario ha impregnado en éste su personalidad como creador, de modo que, en algunas ocasiones, establecer una clasificación clara sobre la tipología a la que pertenece una figura alada resulta difícil, principalmente porque no comparte similitudes con ninguna de las tipologías o rompe total o parcialmente la iconografía establecida, siendo así una propuesta innovadora.

 

Helena Román