Simbología funeraria:
hojas de parra
Por regla general, los motivos vegetales se configuran como uno de los temas de repertorio más frecuentes de la iconografía funeraria, ya que su relación con el ciclo de la vida y la “regeneración” los convierten en base de la ansiada inmortalidad.
El origen de la utilización de las hojas de vid o de parra en los ámbitos funerarios tiene su origen en la antigüedad. La presencia en el arte romano de uvas, parras, pámpanos, elementos alegóricos al vino…, y donde más nos interesa a nosotros en las estelas funerarias decoradas, es constante. Los mosaicos, , las aras votivas, alguna figurilla en bronce, así como diversos relieves, además de las múltiples instalaciones vinícolas, transmiten elocuentemente la importancia de la vid en esta tierra, bien como elemento decorativo o bien como expresión vegetal de la inmortalidad, dado que la representación de la vid es general en todo el mundo romano como símbolo dionisíaco de profundo significado sobre el más allá, con un papel similar al del banquete funerario para traducir que el vino abre el camino del conocimiento y la felicidad eterna.
El motivo de las vides en el arte funerario romano es, hasta este momento, casi exclusivo entre las estelas funerarias hispánicas. En ellas, los tallos vegetales adoptan una ubicación marginal, recorriendo los bordes de la estela; a menudo presentan un ritmo alternante, con un pámpano y un racimo correspondientes a cada curva.
Más adelante, en el arte paleocristiano, las hojas de parra se utilizan para señalar mausoleos de personajes importantes para la comunidad, como por ejemplo la llamada «Tumba de los Julios» o «Mausoleo “M”» en Roma. Presenta un techo abovedado donde hay un mosaico del siglo III o IV que representa al dios Sol Invictus con una aureola montando en su carro y rodeado de hojas de vid.
Este carácter clásico es el que hace que regresen a los cementerios en el siglo XIX cuando las sepulturas se llenan de revivals de la antigüedad. Sin perder el sentido de planta que acompaña en el momento del final de la vida.